¿Está el consumo de pan asegurado?

 

Sofia a la puerta de la panadería A Troia en Santiago de Compostela con su barra de pan, el futuro está asegurado

 

 

Viendo a Sofía, que llega a mí panadería con sus padres a comprar el pan, y antes de empaquetarlos   hay que darle un trozo , yo digo que sí, el consumo de pan está asegurado, ahora bien, el hecho  de crearles un hábito será única y exclusivamente de los padres. Como todo el mundo sabe en la infancia se educan y edifican muchos de los hábitos que nos aconpañarán toda la vida.

 

En España, y sobre todo en la región del Nordeste y Levante, existe una gran tradición de elaborar panes con distintas formas. Se amasaba y horneaba con motivo de la celebración de muchas fiestas desde tiempos inmemorables. Muchas de estas piezas se siguen haciendo hoy en día aunque han perdido su carácter ritual de ofrenda a un santo o a Dios, que tuvieron en su origen. Hoy son y bollos elaborados y pensados para hacer felices a los niños en determinadas fechas.

 

En muchos países europeos se prepara el dulce conocido como Roscón de Reyes o Pan de la Epifanía. Son muchas las teorías que explican su origen. Nicole Vielfaure en Fiestas, Costumbres y Pasteles hace remontar su origen al siglo XI. Parece ser que fue entonces cuando los canónigos de la Capilla de Besançon, tomaron el hábito de echar en suertes quien sería el futuro responsable de la casa. Para ello elaboraban un pan sazonado en cuyo interior escondían una moneda de oro. Aquel que la encontrara era el guardián y protector de la comunidad durante un año. El pan se convirtió en pastel y la moneda de oro en un pequeño amuleto de escaso valor y los niños eran y son los que más disfrutan en la búsqueda de esta "haba" que otorga a al que la encontraba suerte, poder o riquezas.

 

En definitiva, con tradición o sin ella, el consumo de pan, a pesar de las modas, las crisis económicas como las que estamos pasando, podrá decaer, pero nunca desaparecerá, ya que es nuestra esencia.