En los años 60, por un día

 
     Escaparate con sella para el agua, en panadería A Troia en Santiago de Compostela

 
   
      La panadera y su aprendiz, que se note, marcando estilo. Panadería A Troía en Santiago  
      de Compostela. 

 
¿Quien no se acuerda de las  Dos en punto?, los seres mas tiernos de Santiago. Panadería A Troia en Santiago de Compostela
 
Durante unas horas el pasado día 1 de Junio, y gracias a la iniciativa de la Asociación cultural sin ánimo de lucro San Martiño Pinario, hemos recordado los años 60, y con ello cada negocio le hizo un pequeño homenaje al que había en esos momentos, a mí me tocó la panadería de la Sra. Rita, y en ella lo hice extensivo a todas las panaderas de mi ciudad, paso a transquibir lo que se puso en el atril a la entrada junto a dos sacos de pan, para hacer ambiente:
 
PANADERÍA RITA
 
Las primeras panadería en cuanto a establecimientos de venta al público datan de los griegos.
 
En Roma, la cultura del pan se expandió poco a poco hacia las clases populares y quiso la costumbre que fueran las mujeres las encargadas de hacer el preciado alimento.
 
En la Edad Media en Santiago de Compostela el ramo de la alimentación estaba sostenido por una gran variedad de oficios: molineros, panaderos carniceros, pescas, taberneros, quien se ocupaban de proveer de alimentos a la población. Debido al carácter extratégico de estos oficios en el abastecimiento de la ciudad, su actividad era objeto de reglamentaciones continuadas tanto por parte de los Arzobispos como del Ayuntamiento. La venta de pan y de pescado era en nuestra ciudad una profesión reservada a las mujeres. Las panaderas  debian de tener locales apropiados para su oficio, hacer el pan y venderlo por las medidas marcadas por el Ayuntamiento. El rumor insistente de que algunas panaderas cometían fraude, dio lugar a que se dictasen ordenanzas al respecto en las que se establecía que "cualquier panadera que vendiese el pan falesçido del peso que la colgaran en la picota".
 
Y llegamos a la Edad Contemporánea, entre los años 50/60 proliferan en Santiago unas serie de negocios regentados por mujeres, en la mayoría de los casos desde la propia vivienda, siendo una ayuda para el sustento familiar: panaderas, carboneras, fruteras, paragüeras, etc. En este contexto la Sra. Rita tenia su panadería en este establecimiento, que a su vez era vivienda, amasaba aquí y llevaba a la calle de Abajo a cocer el pan al horno de Moure. El recuerdo que tengo de ella, una vez retirada, era sentada tras los cristales viendo pasar el mundo. En Rita rindo homenaje a todas aquellas mujeres, entre las que se encuentran nuestras madres, que en la mayoría de los casos sin saber leer ni escribir, se pusieron el mundo por montera y sacaron a sus hijos adelante.
 
 
 
 

Comentarios

  1. Que bonito os quedó! Que pena no poder ir. Estabais guapisimas.
    Iniciativas como estas hacen el mundo un lugar mas acojedor.
    Un saludo Bernarda.
    Antía

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