El pan y la salud

 

Pan de nueces y pasas de panadería a Troia en Santiago de Compostela

El pan, se afirma, es un alimento equilibrado: posee sales minerales ( fósforo, calcio y hierro); sustancias celulósicas diversas (fibra), vitaminas del grupo B, así como una docena de oligoelementos imprescindibles para el organismo.

Ninguna de las actuales dietas de adelgazamiento dignas de crédito se atrevería a suprimir el pan por completo. La convicción  de que el pan engorda constituye una creencia tan arraigada como errónea.

Las recomendaciones y  consejos de orden dietético se prodigan hasta la saciedad. Para mejorar su digestibilidad el pan debe masticarse y ensalivarse meticulosamente . Su asimilación comienza ya en la boca, por efecto de las encimas contenidas en la saliva, y cuando se engulle aceleradamente puede inducir molestias estomacales. Es mejor comer las piezas algo sentadas que las recién salidas del horno, que en compañía del pan no conviene beber agua en abundancia, porque el líquido puede provocar un aumento del volumen de las partículas de almidón. En definitiva, que el pan no es cualquier cosa, ahora bien, un buen bocadillo de sardinas en aceite en una barra crujiente está para morirse. Mi consejo no dejéis de comer pan.