Paz interior

 
Playa de Laxe en A Coruña de panadería A Troia en Santiago de Compostela
Según el hermano R. Curry, que es panadero de su congregación, cuando elabora el pan, realiza un examen de conciencia. Después de leer la receta, hace una inspiración profunda, se relaja y toma conciencia de que está en presencia de Dios. Hace un repaso de la últimas veinticuatro horas y enumera las cosas buenas que le han sucedido y le da gracias a Dios por ello. Tras elaborar la masa y mientras comienza a subir examina como se ha comportado con su familia y compañeros. Le pide a Dios le le conceda abrirse a la vida y al amor, y cuando el olor del pan recién cocido inunda su cocina deja que su espíritu se llene de gratitud y alaba a Dios por todo lo que constituye su vida. Toda esta introducción viene a cuento, ya que yo cuando estoy en esta playa me invade una gran paz interior. Me siento acompañada, no se si por Dios o por mis seres queridos, pero alcanzo un grado de sosiego y serenidad que me hacen feliz, y eso es lo más importante, os dejo con una reflexión de Dorothy Day:
No podemos amar a Dios
a menos que nos amemos los unos a los otros,
y para amarnos unos a otros
tenemos que reconocernos unos y otros
al compartir el pan
para así no estar solos nunca  más....
El cielo es un banquete,
como también lo es la vida,
incluso sólo con una corteza de pan,
allí donde haya compañerismo.
El amor llega con la comunidad.

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