Escaparate de vida

Escaparate a la vida de Panadería A Troia en Santiago de Compostela

Cuando pasamos por delante del  escaparate de una panadería, ¿alguno de nosotros nos hemos paramos a pensar que lo estamos haciendo por un lugar lleno de vida?, desde su atalaya os saludan todo tipo de panes, en este concretamente que tenéis delante hay, uno de espelta, uno de  Jala para el Sabbath, un pan marino de romero con pasas, especialidad florentina, unos scones  de Escocia, un pan de música, originario de Cerdeña, un pan gallego de trigo país de Galicia de la zona de Palas de Rey, si ellos  pudieran hablar  nos podrían contar cantidad de cosas. Al grito de ¡queremos pan!  una aspiración bien legítima, se han protagonizado en la historia de Occidente revueltas y levantamientos.
 En el siglo  XVII el consumo de pan en España por habitante y día era de una libra. Podía ser pan de pobres, como se llamaba al que se conseguía en épocas de carestía,; pan común, que era el habitual de dos libras, o pan de lujo o panecillos de leche, que se hacían con trigo candeal.
Me gustaria que de la misma manera que se habla de la cocina de fusión, las dietas microbióticas, los vinos y añadas extraordinarias, se hiciera un esfuerzo para conocer el pan, y que no solamente saliera en los medios de comunicación por su baja calidad, su carestia o por los listillos de turno, y para terminar os dejo con un poema de un panadero de Jódar, llamado Eduardo Guerrero que se quejaba en verso de los bajos precios del pan.

 Manifiesto sin reparo
que no acierto a comprenderlo:
hacer pan cuesta caro
y barato hay que venderlo.
Mil cuentas hago del pan
pero ninguna me sale.
Según las cosas están,
cuesta hacerlo más que vale.
Resultados tan nefastos
me dan los cálculos esos,
que para cubrir los gastos
me faltan muchos ingresos

Comentarios

  1. Es que a panadería de A Troia es única e irrepetible. Ese escaparate, ese interior, esos botes de galletas, vitirnas de diferentes panes...
    Qué más se puede pedir!!

    Andrea

    ResponderEliminar
  2. Estamos totalmente de acordo en que hai que coñecer o pan e facer que a xente nova o coma e o desfrute.
    Para isto non hai mellor lugar que a panadería A Troia e por suposto hai que probar as demais delicias que con tanto cariño fai Bernarda.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Pan de los Siete Cielos

En los años 60, por un día

El pan y sus formas